COLONIAS DEL BRASIL

Alberto Vargas Peña (miembro de la Fundación Libertad)

Fernando Henrique Cardoso, en un rapto de sinceridad, admitió que recibió de Bill Clinton – "un hombre carismático de patas enormes y nariz de batata" – la misión de colonizar Sudamérica. Y dijo que en ese sentido, Paraguay y Ecuador recibían intervención brasileña directa, mientras que Argentina se convertiría, en un futuro muy cercano, en un país agro exportador para que la industria brasileña pueda florecer sin interferencias. Por fin se habla claro.

No sé como reaccionará Argentina, que siempre fue orgullosa de su industria. Juan Domingo Perón, su máximo prócer político, hizo eje de su esfuerzo la industrialización argentina. "La aristocracia vacuna" fue reemplazada por "el cabecita negra", obrero de las fábricas, que ahora dice Fernando Henrique Cardoso que tendrán que cerrar – o mudarse – para dar paso a la gran industria brasileña, con la bendición del "nariz de batata" , amante de Mónica Lewinsky.

Pero sé como reaccionará el Paraguay. Con este gobierno ilegítimo, usurpador y traidor, poniéndose de rodillas.

Euclides Acevedo, "ministro" de Industria y Comercio, fue al Brasil a aceptar que los inspectores de la fazenda brasileña vengan al Paraguay a inspeccionar las fábricas paraguayas que compiten con las brasileñas, no en el mercado mundial, sino en el pequeño mercado paraguayo. Con jueces paraguayos comprados por el Brasil e inspectores brasileños ¿qué esperanza le queda al industrial paraguayo? Ninguna.

El Brasil impera en el Paraguay desde 1954. Alfredo Stroessner fue hechura del Brasil y su hombre hasta 1989. Enzo Debernardi sigue siendo jefe de la logia de los ingenieros de Itaipú, entregados en cuerpo y alma al Imperio disfrazado de República Federativa.

El Ing. Wasmosy pertenece a la logia y fue el protegido del Brasil, con cuyo embajador hacía negocios grandes, pequeños y hasta insignificantes. El Ing Cubas recibió órdenes del Brasil de mandarse a mudar en marzo de 1999, sin decir ni mu, y obedeció porque era parte integrante de la logia; a cambio, un exilio dorado. Y ahora, el "gobierno de marzo" entra en la fase final: Ha entregado la soberanía paraguaya de fachada, que era lo último que quedaba.

El Paraguay, desde siempre – con el solo interregno del gobierno de Francisco Solano López -–mantuvo una política pendular entre Brasil y Argentina para preservar su siempre amenazada existencia. Esa política pendular acabó cuando Juscelino Kubistchek "regaló" el "Ponte da Amizade" y luego Geisel admitió la construcción "binacional" de Itaipú. Ahora, ya no hay política pendular, ni siquiera hay política. Lo que hay es sometimiento puro y simple, a tal punto que Fernando Henrique Cardoso ya no tiene empacho en admitir que Brasil es el dueño de Paraguay.

Yo creo que la situación es difícilmente reversible. Con un gobierno de traidores, ilegítimo y usurpador, las esperanzas de redención son remotas. Pero algunos paraguayos terminaremos nuestras vidas con dignidad todavía bajo la bandera paraguaya, que aún hecha pedazos, sigue siendo nuestra. Los nuevos "niños del Brasil" pasarán a la historia como los traidores más abyectos. Y entre ellos, se contarán los radicales auténticos que formaron parte de esta gran traición a los paraguayos.