OVIEDO ACUSO A
WASMOSY DE LA MUERTE DE ARGAÑA.
Alberto Vargas Peña (miembro de la Fundación Libertad)
El jueves 6, ayer, el Gral. Oviedo llamó a la emisora 9.70 AM, al
Programa Polémica al Mediodía, y habló largo y tendido. Contestando una de las
preguntas, con respecto a la muerte del ex Vicepresidente de la República Dr. Luis María
Argaña, dijo que había que ver a quien había beneficiado.
Un oyente, que seguía atentamente la entrevista, le preguntó a
través del beeper: ¿Se refiere al ex Presidente Juan Carlos Wasmosy? Y Oviedo contestó
inequívocamente que sí. Por primera vez, desde su largo exilio, Oviedo se refirió
directamente al tema de la muerte del Dr. Argaña sosteniendo que los únicos beneficiados
con esa muerte eran Wasmosy y su grupo.
Yo he sostenido siempre que el principal perjudicado con la muerte de
Argaña era Lino Oviedo y que por tanto no creía en la acusación que se le hace de ser
el autor moral del crimen si es que hubo crimen y Argaña no estaba muerto como
sostiene otra fuerte versión -.
Yo dije que hubiera creído que Lino Oviedo era culpable si hubiera
aprovechado el crimen para imponer rápidamente una dictadura, porque eso podría seguir
la lógica del crimen político. Pero dije también que no creía en que un militar de la
formación académica y profesional de Oviedo realice un hecho aislado y luego caiga
devorado por su propio monstruo por no haber previsto las reacciones lógicas que
desataría el crimen.
No nos engañemos; los crímenes políticos se hacen. Kennedy intentó
cuatro veces eliminar a Castro, y Castro estuvo metido hasta el cuello en la conspiración
que acabó con Kennedy, y no precisamente con Oswald.
El de Argaña fue un crimen político y Oviedo dice ahora, como mucha
lógica, que fue realizado por quienes capitalizaron lo ocurrido. Si se reconstruyen los
hechos a partir del instante en que apareció muerto Argaña se podrán ver las
incongruencias de la versión oficial.
Hubo un camarógrafo que "casualmente" estaba en el sitio; el
supuesto amigo intimo de Argaña estuvo allí en menos de dos minutos, y en lugar de
auxiliar a su amigo, se puso a hablar por teléfono celular y antes que terminara la corta
pero terrible agonía del guardaespaldas de Argaña, que no efectuó la menor maniobra
defensiva para proteger a su custodiado, Mina Feliciangeli gritaba, desde la emisora de
Wasmosy, que el crimen había sido cometido por Oviedo y que había que fusilarlo.
En un juicio ecuánime, con un juez justo y siguiendo el debido
proceso, esto formará parte de un esquema que probablemente conducirá al esclarecimiento
del hecho.
Wasmosy era quien tenía el motivo para dar el golpe. El estaba siendo
investigado por ladrón, y Argaña era su peor enemigo político. Wasmosy le había robado
la presidencia de la República a Argaña.
Si se producía la caída de Raúl Cubas, y Argaña se convertía en
presidente, la primera cabeza que rodaría sería la de Wasmosy. Y Wasmosy era el único
que disponía de la gente capaz de hacer una cosa así. Hay que recordar el asesinato del
Gral. Ramón Rosa Rodríguez, en cuyo caso intervinieron dos estadounidenses, Walters y
Riddley , agentes de la DEA, que desaparecieron como por arte de magia, mientras Wasmosy
se apoderaba de pruebas importantísimas, que luego llevó personalmente a la Corte
Suprema....ocho días después.
Si se atan todos los cabos, el rompecabezas aparece nítido. Hasta ahora son evidencias
circunstanciales, pero una buena investigación me parece que dará la razón a Oviedo.