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Comerciar con el mundo

Alberto Vargas Peña (F. Libertad) 

06 de marzo de 2001

 

Si uno recorre la historia del ser humano, y la de las naciones, ve, de pronto, como surgiendo de un relámpago, la verdad. Brilla un instante en el pensamiento y luego se extingue, antes que uno pueda asirla y comprenderla completamente.

Algunos hechos históricos hacen más brillante el relámpago y poco se va completando el rompecabezas. Entonces uno comprende que el ser humano, al intentar organizar una sociedad, creó un monstruo de mil cabezas: El gobierno.

         He constatado a través de muchos episodios que el ser humano ha creído conveniente relatar, que nunca o casi nunca los intereses del gobierno coinciden con los de la sociedad que lo sufre.

Ya sea un gobierno unipersonal o uno colectivo, ya provenga de Dios o de la elección de sus iguales, el gobernante, situado en su función, de inmediato adquiere un perfil nuevo, diferente, que lo hace utilizar la obediencia como la herramienta principal para obtener sus propios objetivos.

Los millares de objetivos de los seres humanos son dejados de lado, como escoria, para dar paso al objetivo de unos pocos, que los disfrazan de "supremos".

          Winston Churchill dijo de la guerra de 1914 que era la "guerra innecesaria" - cita de Edgard Black en su libro "Churchill" - Veinticinco millones de personas fueron a la hecatombe y murieron en cinco años de guerra porque a una sola persona, el Kaiser Guillermo, se le ocurrió que Alemania debía estar sobre todo.

Esa guerra no tenía razón de ser y pudo haberse evitado, como se pudo haber evitado la Segunda Guerra Mundial. Los gobiernos no lo permitieron.

Uno se pregunta que ganaron los jóvenes alemanes, ingleses, franceses, italianos y estadounidenses destrozados en los campos de batalla de Francia. A los veinte años todo estaba igual, solo que ellos ya no estaban.

El objetivo del Kaiser no se cumplió, como no se cumplió el de Hitler y Alemania no desapareció, ni desaparecieron Francia, Inglaterra o Estados Unidos o Rusia.

La gente murió antes de su tiempo porque a los gobiernos se les ocurrió que los objetivos "supremos" estaban en juego.

         Eso ocurrió con la guerra y sigue ocurriendo en los paises del Medio Oriente. Uno creía que el ser humano había aprendido la lección, pero estaba equivocado. Ahora el campo de batalla donde se defienden "intereses supremos" es la economía, y son los gobiernos los que conducen otra vez las sociedades al despeñadero.

         Las sociedades no se desarrollan porque los gobiernos las agobian. ¿Para qué se pagan impuestos? ¿Por que un funcionario ha de decir que se producirá o que no se producirá? ¿Por que se paga un tributo por exportar el fruto del trabajo propio? ¿Por que un grupo de personas ha de determinar la conducta del resto? ¿Por que hay que vivir en la pobreza mientras un grupo vive en la abundancia?

Porque hay que mantener gobiernos, y los gobiernos tienden a hacerse más poderosos cada vez, a costa de las sociedades. Cada paso que da el gobierno para hacerse más poderoso, para ampliar sus facultades, es un paso dado contra la humanidad.

Los seres humanos no hemos aprendido nada. Allí está la historia, mostrándonos con toda claridad el por qué de todas estas cosas. Y no lo sabemos ver.

Cada día que pasa el gobierno nos dice que tiene que ampliar su poder sobre nosotros para alcanzar objetivos "supremos" superiores a los nuestros propios, y nosotros no solamente no lo derribamos, sino que le concedemos tal poder. Cuando no damos cuenta, no somos dueños ya de nuestros zapatos.

El gobierno ahora - y por el momento - nos esquilma y nos endeuda. Por atender a objetivos que no tienen nada que ver con los nuestros, hace de nuestras vidas un infierno y sume a miles de personas en la pobreza. No creo que haya desaparecido el peligro que mañana nos diga que para defender objetivos "supremos" haya que morir en alguna confrontación absurda, fácilmente evitable.

Estas razones me llevan a pensar, cada día con más convencimiento, que el enemigo es el gobierno y al enemigo hay que encadenarlo. 

 

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