MEDIOS
abcboton.jpg (1386 bytes)
uhora.jpg (2856 bytes)
noticias2.jpg (3920 bytes)
front-logo-dia.jpg (3564 bytes)
logo-teveo.jpg (1167 bytes)
nacion.jpg (9869 bytes)

PORTALES

planet1.jpg (2155 bytes)

conexion1.jpg (2166 bytes)

highway1.jpg (1877 bytes)

multinet1.jpg (2038 bytes)

pol1.jpg (6530 bytes)

quanta1.jpg (2636 bytes)

supernet1.jpg (2199 bytes)

telesurf1.jpg (2011 bytes)

loguito.gif (5533 bytes)

Si los link están protegidos por derechos de copia, serán removidos a soicitud del propietario

HAGA CONOCER SU OPINIÓN

 

 

 

LEGITIMIDAD Y REACTIVACIÓN ECONÓMICA

Alberto Vargas Peña(miembro de la Fundación Libertad)

Publicado como editorial en La Nación de Asunción.

Mucha gente piensa que es posible reactivar la economía desquiciada del Paraguay sin primero resolver el problema de legitimidad que afecta al gobierno, calificado por la propia Constitución como ilegítimo y usurpador.

La reactivación económica tiene como paso previo, fundamental e ineludible, la confianza. Si no hay confianza en el sistema de procedimientos del estado y, sobre todo, en la justicia no existe la menor posibilidad de que, con buenos proyectos o sin ellos, se pueda reactivar una economía desquiciada.

Ni el sistema de procedimientos del estado, ni la justicia, pueden otorgar esa indispensable confianza, cuando el gobierno no es legítimo y es usurpador. El respaldo del pueblo es también sine qua non para que los proyectos de reactivación puedan funcionar sin un gasto muy alto en coacción.

Ocurre que no existirá reactivación de ninguna clase si no hay una inversión previa, que motorice los proyectos. Esa inversión, hoy ya no se discute, debe ser privada, y como en el Paraguay no hay ahorro interno proveniente de actividades lícitas – el que existe se encuentra a buen recaudo en bancos externos porque procede de actividades ilegales– esa inversión debe necesariamente proceder de capitalistas extranjeros.

Pensar que los ladrones paraguayos que se han apoderado de inmensas fortunas a costa del país las traigan para ser invertidas aquí es de una ingenuidad angelical.

No se puede crear en el Paraguay una sola fuente de trabajo redituable, competitiva, sin antes invertir entre cinco y diez mil dólares por cada una.

Suponiendo que solamente para cubrir la demanda de primer empleo hay que crear sesenta mil nuevos puestos al año, se tiene que la inversión mínima debe ser de por lo menos de 300 millones de dólares en el caso que el costo no supere los 5 mil dólares por cargo.

Hoy en el Paraguay no solamente hay que crear sesenta mil cargos al año, sino que hay que reponer casi cien mil que se han perdido en la última década.

Esta es la base de la que hay que partir para hablar de reactivación económica. Y después falta analizar las posibilidades del mercado y la forma de ser competitivo, que obliga a instalar, en todas las actividades, tecnología de punta.

Para conseguir una inversión sostenida de esta magnitud hay que establecer condiciones especiales, ya que la situación geográfica del Paraguay conspira contra la radicación de cualquier industria, sin contar todavía con la inexistente infraestructura ni con la productividad bajísima de la mano de obra paraguaya ni los problemas que crea un Código Laboral ridículo.

Esas desventajas las tiene que eliminar el Paraguay con incentivos.

Si se analiza con objetividad el problema se verá que la legitimidad juega un papel mucho más importante que el que se le asigna ordinariamente, y que sin ella todo proyecto de reactivación naufragará, como ha venido sucediendo desde prácticamente 1989.

Consecuentemente el regreso a la legitimidad debe incluir también proyectos de reforma constitucional que impidan que vuelva a suceder lo que ocurrió en 1993 con el "pacto de gobernabilidad" que llevó a la dictadura a una pandilla de bandoleros.