El
Dr. Hermes Rafael Saguier está detenido, acusado de liderar el
extraño suceso del
18 de febrero del 2.000, durante el cual una tanqueta de la Ira
División de Caballería se llegó hasta la sede del Congreso y
disparó un cañonazo del 90 con granada de ejercicios y se
volvió a su cuartel sin la menor resistencia ni apoyo de
nadie.
Rafael
Saguier fue detenido en la sede del Comando de la Ira. División de
Caballería, cuando fue según sus propias declaraciones previas
y posteriores a tratar de mediar entre las supuestas fuerzas
rebeldes y las oficialistas.
De
inmediato, probablemente en horas de la madrugada, fue denunciado
por un diputado oficialista, denuncia de la que se hicieron cargo
dos fiscales. A la noche siguiente fue allanado el domicilio del Dr.
Saguier donde no se permitió a nadie presenciar ni examinar los
documentos que eran secuestrados.
Oh
sorpresa, los fiscales encontraron en la computadora del Dr Saguier
la proclama que había sido leída por los rebeldes, un minucioso
plan de gobierno y hasta la lista del gabinete, en la que figuraban
varios ministros del gobierno, curiosamente desafectos a la pandilla
que lidera el ex presidente Juan Carlos Wasmosy.
El
allanamiento se produjo en condiciones extremadamente irregulares,
tanto, que la defensa del Dr Saguier planteó la nulidad del acto
conforme lo establecen las leyes paraguayas, y el juez de garantía,
que lleva el caso y debiera haber velado para que se cumpliera
estrictamente la ley, rechazó el incidente. ¿Con qué argumento?
Con ninguno; simplemente lo rechazó. El juez continúa en su cargo
y a cargo.
Entretanto,
otro procesado por el mismo hecho, el Tte. Cnel. Wladimiro
Woroniecki, fue
conducido aante el mismo juez para prestar declaración. La
declaración en este caso es una facultad del detenido y no una
obligación. Woroniecki dijo desconocer el expediente por lo cual se
negó a declarar; entonces el juez, como Júpiter Tonante, expulsó
al abogado del Tte. Cnel. de la Sala de Audiencias y nombró un
abogado de oficio.
El
juez sigue en el cargo y a cargo.
La
defensa del Dr. Saguier planteó, como es de su derecho, las medidas
sustitutivas de la prisión preventiva y el juez las rechazó sin
otra argumentación del peligro de fuga que no existe y de la
peligrosidad del delincuente que es un prejuzgamiento.
Pero
el juez sigue en el cargo y cargo. Saguier está indefenso hasta que
su caso supere esta etapa procesal o se le conceda las apelaciones
que, me contó su abogada, están en marcha.
Saguier,
un distinguido político paraguayo, opositor a todos los regímenes
autoritarios o ilegítimos como el que tenemos actualmente en el
Paraguay está siendo tratado como un delincuente común, por un
hecho que está lejos de haber sido aclarado y que no se ha
comprobado en modo alguno que haya participado. Se le niegan los
derechos elementales a la defensa, sobre todo el principal, que es
que se cumpla estrictamente la ley .
Este
es el Paraguay del que se dice que es una democracia. No hay
justicia, no hay elecciones para elegir mandatarios y el abuso es
flagrante e impune. A este gobierno es que defienden los Estados
Unidos de América, Biblia en mano, y el Brasil y la Argentina,
aduciendo defender principios.
La
defensa del Dr. Saguier es la defensa de la libertad, la legitimidad
y la democracia. Hoy como ayer, cuando combatíamos contra
Stroessner, estamos en lo mismo.
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