MEDIOS
abcboton.jpg (1386 bytes)
uhora.jpg (2856 bytes)
noticias2.jpg (3920 bytes)
front-logo-dia.jpg (3564 bytes)
logo-teveo.jpg (1167 bytes)
nacion.jpg (9869 bytes)

PORTALES

planet1.jpg (2155 bytes)

conexion1.jpg (2166 bytes)

highway1.jpg (1877 bytes)

multinet1.jpg (2038 bytes)

pol1.jpg (6530 bytes)

quanta1.jpg (2636 bytes)

supernet1.jpg (2199 bytes)

telesurf1.jpg (2011 bytes)

loguito.gif (5533 bytes)

Si los link están protegidos por derechos de copia, serán removidos a soicitud del propietario

HAGA CONOCER SU OPINIÓN

 

 

 

Las piruetas

Enrique Vargas Peña

Es necesario hacer notar de tiempo en tiempo las piruetas que se ven obligados a hacer numerosos periodistas para condenar ahora lo que antes justificaban después de haberlo condenado alguna vez.

Allí están Mina Feliciángeli pidiendo hoy las elecciones que negaba en diciembre, Víctor Benítez desafiando al presidente que defendía en noviembre, Mengo Boccia criticando los abusos que creía convenientes en octubre, Juan Andrés Cardoso explicando la democracia que ayudó a demoler hasta hace poco, Milda Rivarola admitiendo errores gubernamentales que antes ocultaba, Pepa Kostianovsky hablando de pavadas que antes despreciaba, Pancho Oddone haciendo patéticos esfuerzos por explicar los cambios.

En la misma danza están Pepe Costa, José Nicolás Morínigo, Alcibiades González Delvalle, Ilde Silvero, Humberto Rubín, Benjamín Fernández Bogado, Sannie Lopez Garelli.

Mención especial merece, claro está, "la preferida", Stella Ruffinelli.

Allí están otros periodistas, menos famosos y menos ilustrados, pero no menos flexibles, que desde las jefaturas de redacción, desde las jefaturas de secciones políticas y económicas, desde los reportes y las crónicas atacan ahora lo que ayer les era querido.

Todos bailando obscenamente en repugnante exhibición.

Es bueno, muy bueno, recordar lo que han escrito estos periodistas en el pasado reciente. Aquí mismo, en la columna de "Medios" que está al lado del presente comentario, a la izquierda, es posible buscar las sesudas opiniones que en los diarios han firmado los mencionados hombres de prensa.

Vale la pena.

¿Y por qué es necesario hacer notar estas piruetas?

¿No tienen acaso estos periodistas derecho a encontrar rentas donde mejor les parezca?

Es necesario hacer notar estas piruetas porque ellas son la evidencia de un compromiso que evidentemente no es con la coherencia.

Cada cual tiene pleno derecho, por supuesto, a buscar su propio beneficio, pero el lector, el ciudadano, tiene idéntico derecho a ver que hay una notable coincidencia entre las piruetas de estos periodistas y los cambios de actitud del señor Juan Carlos Wasmosy con respecto al gobierno.

Wasmosy está contento con el gobierno, ellos están contentos con el gobierno; Wasmosy está enojado con el gobierno, ellos se enojan también con el gobierno; Wasmosy dice que el pueblo paraguayo no sabe elegir, ellos dicen que los paraguayos somos retrasados.

Estos singularmente drásticos cambios en la percepción de los acontecimientos que sufren estos periodistas deberían mover a risa, o a lástima, dado que rayan lo grotesco, si no fuera porque se trata de los giros de un grupo de personas que, en su afán de complacer, han llegado al extremo de defender el principio de obediencia debida, el de la legitimidad de los actos arbitrarios del gobierno, el de que el fin justifica los medios.

Porque en base a esos principios fue restaurada en el Paraguay una dictadura, el 28 de marzo, que, además, los usó para realizar actos como la muerte de Coco Villar, las torturas a legisladores opositores, la prisión de periodistas críticos, el hostigamiento a la prensa independiente, por no mencionar la usurpación del derecho del pueblo paraguayo a elegir a sus gobernantes.