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La mentira estadística

Enrique Vargas Peña 

22 de marzo de 2001

 

El diario ABC Color denunció que las cifras macroeconómicas dadas por el Banco Central del Paraguay sobre el desempeño del país en el año 2000 fueron falseadas y encubrieron una caída del Producto Interno Bruto de al menos 0.3%.

Es necesario, a esta altura de los acontecimientos, decir las cosas con la mayor crudeza porque el gobierno parece creer que sus mentiras son operaciones exitosas.

Solamente los cómplices del régimen inaugurado el 28 de marzo de 1999 pudieron pretender dar crédito a las estadísticas oficiales. Desde esta columna se dijo que ellas no eran fiables ni posibles y que, en cualquier caso, no lograban ocultar la creciente miseria que se observa en el Paraguay.

El gobierno del senador Luis Ángel González Macchi se ha constituido en el más desordenado, ineficaz y corrupto de las últimas décadas de historia nacional si es que no es ya, después de dos años de gestión, el más desordenado y corrupto de la larga serie de gobiernos desastrosos que sufrió el Paraguay.

El descenso del nivel de vida de los paraguayos, que estadísticamente se expresa en la creciente caída del PIB per cápita y que, como se ha dicho, es observable a simple vista en calles, rutas, comercios, regiones del país es consecuencia directa y necesaria de la corrupción del régimen de marzo.

La corrupción es la que determina que este gobierno tome siempre las decisiones más onerosas, más perjudiciales, menos efectivas para el país, pues ellas se basan en privilegios otorgados o coimas recibidas o favores debidos o compromisos cobrados y nunca, nunca, en el verdadero interés general.

Si a eso se suma la tragedia judicial, con una administración de tribunales completamente sometida al poder político y, además, integrada por personas de la peor ralea, como las que ejemplifican los últimos sonados escándalos habidos, se tiene una imagen más o menos completa de las razones por las que las cifras con las que alegremente mintió en Banco Central del Paraguay no eran, ni podían ser, verdaderas.

La economía paraguaya seguirá cayendo indefinidamente mientras esta gavilla de delincuentes que se apoderó del poder en marzo de 1999 permanezca allí y esa triste perspectiva es una certeza completa mientras los paraguayos no seamos capaces de vencer el miedo.  

    

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