MEDIOS
abcboton.jpg (1386 bytes)
uhora.jpg (2856 bytes)
noticias2.jpg (3920 bytes)
front-logo-dia.jpg (3564 bytes)
logo-teveo.jpg (1167 bytes)
nacion.jpg (9869 bytes)

PORTALES

planet1.jpg (2155 bytes)

conexion1.jpg (2166 bytes)

highway1.jpg (1877 bytes)

multinet1.jpg (2038 bytes)

pol1.jpg (6530 bytes)

quanta1.jpg (2636 bytes)

supernet1.jpg (2199 bytes)

telesurf1.jpg (2011 bytes)

loguito.gif (5533 bytes)

Si los link están protegidos por derechos de copia, serán removidos a soicitud del propietario

HAGA CONOCER SU OPINIÓN

 

 

 

El programa del cambio

Enrique Vargas Peña

La verdadera oposición es aquella que no se ha limitado a cuestionar la legitimidad de González Macchi, sino aquella que está discutiendo la legitimidad del régimen de marzo entero, un sistema formalizado en marzo de 1999 pero originado en el pacto de gobernabilidad entre Laíno y Wasmosy.

El régimen de marzo consiste en la subordinación del Poder Judicial a las cúpulas políticas que, a su vez y en compañía de las cúpulas empresariales y de la embajada de Estados Unidos en representación de Mark Jiménez, financista de Bill Clinton, usurpan la soberanía del pueblo paraguayo.

Este sistema es el que ha estado destruyendo al Paraguay, no solamente porque implica una corrupción rampante, sino por su dinámica feudalizante.

Esa es la razón por la que todos aquellos paraguayos que deseen una oportunidad para mejorar su suerte y la de sus familias o todos aquellos que deseen castigar a los responsables de tanto dolor y tanto robo deben apoyar a la fuerza política que, de una manera creíble, ofrezca una posibilidad real de cambiar las cosas en el Paraguay en la elección del 13 de agosto.

Pues, a pesar de los intentos represivos del fiscal Caballero, la elección del 13 de agosto permitirá al pueblo paraguayo pronunciarse sobre el régimen. Ese día se podrá votar contra el régimen entero. Esa elección podrá abolirlo.

Para ello, habrá que apoyar a quien proponga cambiar el mecanismo de designación de los jueces para liberarlo de la influencia de las cúpulas políticas; facilitar el juicio de los magistrados que prevarican y endurecer las penas para castigarlos; abolir el sistema de representación proporcional que es el núcleo del poder de dichas cúpulas políticas y reemplazarlo por la elección uninominal territorial directa; eliminar la reelección de diputados y senadores; restaurar el derecho a presentar candidaturas independientes; establecer el derecho del pueblo a revocar los mandatos de los elegidos y a amnistiar.

Habrá que apoyar a quien proponga cautelar los bienes de los ladrones que se enriquecen con bienes que pertenecen al pueblo paraguayo; devolver esos bienes a la gente para cubrir el acuciante déficit social; revisar los contratos del Estado; desregular la economía y combatir los monopolios que imponen sobre los pobres precios que cubren los costos de la riqueza de unos pocos y los oligopolios que restringen la libertad de prensa.

Habrá que revisar las relaciones con EEUU, que Bill Clinton ha usado para asegurar que Mark Jiménez tenga dinero para su partido Demócrata sacrificando a nuestra democracia, hasta que se restablezca la decencia como base de la acción norteamericana en Paraguay.

En síntesis, habrá que refundar la República, declarar una nueva independencia, hay que soñar con un país mejor.

Pues si nosotros no soñamos, Wasmosy, Laíno, Caballero Vargas y los Argaña seguirán realizando sus sueños a costa del pueblo.