editorial del
diario La Nación del 19 de enero 2000*
La política de EEUU hacia el Paraguay se paga en Asunción
El procesamiento del ciudadano filipino Mark Jiménez por un tribunal
de norteamericano, y el subsecuente pedido de extradición emitido en su contra, publicado
en la edición del domingo 16 de enero del diario argentino "Clarín", permite a
la opinión publica paraguaya conocer cómo la política de Estados Unidos hacia el
Paraguay se dicta en Asunción y, más específicamente, en la casa del ex presidente
paraguayo Juan Carlos Wasmosy.
Según los datos del proceso que se le sigue, publicados en
"Clarín", Mark Jiménez, o Mario Batacán Crespo (que es su verdadero nombre),
es un filipino que en 1988 se estableció en Miami, Estados Unidos, montando un negocio,
aparentemente legal, de exportar a América Latina, pero especialmente al Paraguay, piezas
sueltas de computadoras.
La compañía de Jiménez, Futur Tech, exportó hacia nuestra región
durante los últimos diez años unos trescientos millones de dólares anuales, para vender
dichas piezas, a través del Paraguay, a mayoristas argentinos y brasileños.
Dice "Clarín": "Jiménez organizó la venta de
repuestos en forma muy semejante al tráfico internacional de armas: la mercadería se
entregaba al comprador en el muelle, junto al barco, de modo que la responsabilidad por el
destino terminaba allí para Jiménez. La operación se efectuaba plata en mano y sumas
millonarias de dinero negro entraban en la caja de Jiménez, mientras que las partes
eran blanqueadas bajo forma de computadoras. Estas operaciones de lavado de dinero que se
presume llevaba a cabo Jiménez fueron negadas hasta último momento, aun cuando ya
habían sido investigadas por organismos estatales de Estados Unidos".
La DEA norteamericana y el Departamento del Tesoro estaban investigando
a Jiménez desde 1993, pero las pesquisas se detuvieron pronto, al mismo tiempo.
Jiménez dice haber conocido al presidente norteamericano Clinton en la
Cumbre de las Américas en Miami, a la que también asistió el entonces presidente
paraguayo Juan Carlos Wasmosy, representando al país en el que tenían lugar las
operaciones comerciales del filipino.
Y lo cierto es que desde entonces donó al presidente norteamericano,
por sí o mediante empleados suyos, alrededor de un millón de dólares.
Jiménez prestaba, al mismo tiempo, señalados servicios a Wasmosy: la
gestión de una entrevista personal con Clinton, la presencia de Hillary Clinton en
Asunción, la entrevista del asesor de Wasmosy, Carlos Mersán, con Clinton. Mersán es
también abogado de Jiménez.
El diario "Boston Globe" afirma que Clinton recibió 50.000
dólares al día siguiente de esa entrevista. Jiménez donó 75.000 dólares más para que
una delegación paraguayo filipina visitara más tarde la Casa Blanca.
No debe extrañar, pues, que Jiménez, nexo entre Wasmosy y Clinton
fuera quien comunicara a Clinton, en abril de 1996, que en Asunción había un
"intento de golpe", encabezado por el general Lino Oviedo, y que Clinton haya
resuelto, inmediatamente, respaldar el montaje de Wasmosy.
Ese mismo día, según los autos del proceso a Jiménez, el partido
Demócrata del presidente Clinton recibió cien mil dólares más del filipino.
¿Sabe todo esto el pueblo norteamericano?