MEDIOS
abcboton.jpg (1386 bytes)
uhora.jpg (2856 bytes)
noticias2.jpg (3920 bytes)
front-logo-dia.jpg (3564 bytes)
logo-teveo.jpg (1167 bytes)
nacion.jpg (9869 bytes)

PORTALES

planet1.jpg (2155 bytes)

conexion1.jpg (2166 bytes)

highway1.jpg (1877 bytes)

multinet1.jpg (2038 bytes)

pol1.jpg (6530 bytes)

quanta1.jpg (2636 bytes)

supernet1.jpg (2199 bytes)

telesurf1.jpg (2011 bytes)

loguito.gif (5533 bytes)

Si los link están protegidos por derechos de copia, serán removidos a soicitud del propietario

HAGA CONOCER SU OPINIÓN

VOLVER A PRIMERA PLANA

Tarifazos anunciados

Enrique Vargas Peña

15 de diciembre de 2000

  

La prensa está dando a conocer el nivel de aumentos que requieren las empresas estatales proveedoras de servicios esenciales para cubrir sus presupuestos del año 2001: Antelco quiere casi un setenta por ciento, Ande un sesenta, y en eso están también Corposana y las demás.

Lo que con los aumentos pagaremos los usuarios de los servicios brindados por estas empresas es la corrupción que se ha exacerbado hasta niveles increíbles desde que accedió al poder el gobierno originado en la plaza del Congreso en marzo de 1999.

No se trata tanto de corrupción en el sentido comúnmente dado al término, como de otra, menos notoria pero igualmente dañina, el uso político de las empresas estatales proveedoras de servicios públicos.

Las empresas estatales fueron siempre, en Paraguay, instrumento del poder político pero desde que los héroes de marzo nos impusieron el gobierno de Luis Ángel González Macchi que sufrimos, esa costumbre ha llegado a niveles que nadie hubiera podido imaginar poco tiempo antes.

Al observar la incidencia de los gastos corrientes en el presupuesto de cada una de estas entidades se nota que la contratación de personal no ha disminuido, lo que significa que se hace clientelismo a costa del pueblo, y que tampoco han bajado los gastos operativos, lo que significa que los contratitos para los amigos se llevan el dinero que debe usarse en mantenimiento serio de la infraestructura e inversión.

Los jefazos, pero también los medio pelo, de las empresas estatales se hacen comprar lujosas 4x4, ejércitos de apetecibles secretarias, celulares de todas clases, tamaños y colores         , tarjetas de crédito con aval público, viáticos arábigos para sus desplazamientos, computadoras portables y un largo etcétera de superfluos bienes suntuarios que deben pagar los usuarios que, encima, son maltratados cuando hacen sus reclamos.

Esa forma de corrupción, disimulada en planillas salariales y erogaciones operacionales, termina invariablemente en los tarifazos que ahora pretende el gobierno para mantener en funcionamiento las empresas que usa para asegurarse apoyo.

La sociedad es plenamente conciente de la injusticia de estos tarifazos. Ella sabe que los aumentos no servirán para mejorar los servicios sino para mejorar el nivel de vida de los amigos del gobierno.

Y es verdad que los tarifazos son injustos, porque son el reflejo inocultable de las malas, pésimas, inmorales, políticas que tenía pensado desarrollar, y que está desarrollando, el gobierno que nació en la plaza del Congreso, que impone al país los costos de su poder y de su impudicia.

           Un gobierno decente, en vez de imponer tarifazos a una población empobrecida ya por otras políticas igualmente nefastas del grupo que manda, hubiera obligado a las empresas proveedoras de servicios públicos a bajar sus costos, a no tener tanta secretaria bonita ni tanta 4x4, para dar un respiro a la pobre gente.

 

   

    

VOLVER A PRIMERA PLANA