Bernardo
Neri Farina, periodista de Plus, la revista digital de Yaguá.com
publicó a fines de 2000, un interesantísimo artículo en el
mencionado medio, que muestra en cifras la consecuencia de Marzo, al
que denominó Los números del miedo.
Neri
Farina sostiene que en 1995 el Producto Interno Bruto (PIB) era de
8.970 millones de dólares y el PIB per cápita era de 1.863 dólares.
En el 2000, las cosas son muy diferentes: El PIB bajó a 7.900
millones de dólares y el PIB per cápita descendió a 1.463 dólares.
En
los últimos cinco años, sigue dicieno el periodista, el salario mínimo
legal bajó de 230,8 a 200 dólares.
La
deuda externa, afirma Neri Ferina, en 1995 era de 1.299 millones de
dólares. Hoy ha trepado a 2.071 millones de la misma moneda. Hace
cinco años, cada paraguayo debía 261 dólares. En estos momentos,
sigue, la deuda externa de cada uno de nosotros es de 384 dólares.
Recuerda
el autor que la cotización del dólar en 1989 estaba por los 1.295
guaraníes. Bajó en 1990 a 1.263 guaraníes. En 1995 terminó el año
a 1.977 guaraníes y hoy, ya casi a finales del 2000, se halla en
3.500 guaraníes.
Para
actualizar los números se puede decir que hoy, 02 de febrero de
2001, el dólar norteamericano se cotiza ya a 3.625 guaraníes por
unidad.
Otras
cifras que alarman, continúa Neri Farina, y que demuestran al mismo
tiempo el gran deterioro productivo y la falta de una estrategia de
inserción en el mundo, se dan en el terreno de nuestras
exportaciones. En 1990 habíamos exportado por valor de 958.681.000
dólares. En 1995, eso bajó a 820 millones de dólares. En 1999 la
cosa siguió bajando: vendimos al exterior sólo por valor de
740.770.000 dólares.
Neri
Farina concluye con una ironía negra, señalando que no todo ha
bajado. Algo subió: la tasa de desempleo urbano. En 1995 era de 5,6
por ciento. Ahora está por el 7 por ciento.
No hay mucho que agregar a este desolador panorama, salvo hacer
notar que a partir de abril de 1995, que es cuando el entonces
presidente Juan Carlos Wasmosy resolvió usar los bienes del pueblo
para salvar a sus amigos banqueros, el neostronismo económico, que
es lo que se consolidó formalmente el 28 de marzo de 1999, no ha
dejado de empobrecer a los paraguayos que deben sacrificar sus
recursos para pagar, vía exacciones oficiales, el dispendioso tren
de vida de los amigos y aliados de la coalición que en esa fecha
conquistó el poder.
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